José Emilio Latorre está casado y tiene 2 hijos. Es profesor de Inglés y Ciencias Sociales en Gaztelueta desde hace 37 años. Sus grandes aficiones son el ciclismo y el cine, con las que disfruta en su tiempo libre.
¿A qué hora se despierta cada mañana? El despertador está puesto a las 6:30h, pero me suelo despertar a las 6h. Creo que con la edad el despertador biológico se va adelantando.
¿Cuál es su mejor momento del día? Siempre me han gustado las primeras horas del día. Seguro que es porque asocio esa parte del día a las horas en las que he hecho y suelo hacer deporte.
¿Su película favorita? Pregunta complicada porque tengo varias en mente. Pero si tengo que escoger una, diría El Padrino. Creo que refleja muy bien la dualidad del ser humano, lo mejor y lo peor, y a veces hay que estar muy atento para distinguir la diferencia.
¿Con qué personaje histórico se iría a cenar? Me encantaría poder conversar con Sócrates. Estaría muy bien poder ganarle alguna batalla dialéctica. Imposible.
¿Qué comería en su última cena? Pues sabiendo que sería mi última cena, seguramente no tendría mucho hambre. Cualquiera de los platos que me hiciese mi madre.
¿Una frase que le haya dejado huella? "Los tiempos difíciles crean hombres fuertes, los hombres fuertes crean tiempos fáciles, los tiempos fáciles crean hombres débiles, los hombres débiles crean tiempos difíciles". Creo que hay mucho de verdad en esta frase. Como siempre, con excepciones.
¿Qué ha sido lo mejor de su paso por Gaztelueta? Creo que lo que más me ha gustado y sorprendido siempre de Gaztelueta es que se tira mucho de la libertad individual, lo que supone también, mucha más responsabilidad. Creo que cuando hay libertad, el listón personal puede estar más alto.
¿Qué evento recuerda con más cariño? No recuerdo un momento en especial, más bien tengo un montón de recuerdos estupendos con compañeros de trabajo y alumnos. Mis amigos en Bilbao se quedan boquiabiertos cuando un antiguo alumno se me acerca por la calle y me trata de don y con mucho cariño. Les cuesta creer que eso pueda ser compatible. Y lo es.
¿Con quién vería un atardecer bajo este mástil? Lo bonito quedaría decir que con mi mujer, pero me encantaría también poder hacerlo con toda la gente que ha pasado por el departamento de inglés y contar anécdotas hasta que se pusiese el sol.