Los niños que aprenden varios idiomas desarrollan mejores habilidades cognitivas, como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad.
Al tener que pensar en cómo comunicarse en más de un idioma, los niños desarrollan habilidades más avanzadas para expresar ideas, lo que les ayuda en su capacidad de comunicarse de manera más efectiva.
También implica conocer la cultura asociada a ese idioma. Los niños se vuelven más abiertos y comprensivos hacia diferentes culturas, fomentando la empatía y una mentalidad global.
El aprendizaje de un nuevo idioma está relacionado con un mejor desempeño en áreas como las matemáticas, ya que requieren habilidades de lógica y pensamiento abstracto.