Cada año un grupo de entre veinte y veinticinco alumnos del 6º de primaria de Gaztelueta viaja a Irlanda durante un mes. Cada uno vivirá durante ese tiempo con una familia irlandesa y asistirá a clases en un colegio de Dublín. Durante un mes es un chico irlandés más. Este Programa Lingüístico se organiza a través de Rockbrook International, empresa de amplia experiencia, que coordina programas de inmersión en inglés para niños.
Salvando las distancias culturales, y sabiendo que cada una es un mundo, la búsqueda de familias por parte de Rockbrook se realiza en base a un criterio claro, el de que compartan los valores de las familias de Gaztelueta, lo que garantiza un entorno de confianza en el que nuestros alumnos pueden disfrutar y aprovechar al máximo de la experiencia.
Desde Gaztelueta, pensamos que 6º de Primaria, 11 o 12 años, es una edad positiva porque, por un lado, los alumnos ya tienen madurez suficiente para afrontar un mes fuera de casa y, por otro, todavía conservan la capacidad de asombro y absorción propias de la infancia.
El objetivo de este viaje es proporcionar a cada alumno el contexto idóneo en el que puedan vivir la experiencia, ganar en madurez y autonomía y por supuesto crecer en el idioma. Para ello, se procura que cada alumno se sumerja todo lo posible en la vida de los dublineses. Hay que tener en cuenta que los participantes en este Programa Lingüístico se deberán adaptar a un idioma conocido pero hablado con un acento diferente; a una nueva cultura, una nueva manera de hacer las cosas. Por poner algún ejemplo, las costumbres de muchas familias irlandesas son muy distintas, así como los colegios, los deportes imperantes, etc. Toda diferencia que les salga al paso queremos que la reciban con amplitud de miras, con ganas de absorber y aprender, porque es así como de verdad enriquece un viaje así.
Un reto que les ayuda a crecer
Afrontar esta experiencia es un desafío para los alumnos. Desde su punto de vista, cuatro semanas lejos de casa es mucho tiempo: suele ocurrir que ninguno ha vivido tanto tiempo sin sus padres antes. Por tanto, es necesario dedicar tiempo a, desde casa y el colegio, prepararles bien, anticipándoles algunos escenarios con los que deberán lidiar.
El objetivo no es otro que ir mentalizándoles para que se puedan aproximar a lo que van a vivir. Para ello, desde el colegio, a los alumnos se les ofrecen varias sesiones previas en las que, mediante imágenes y vídeos de otros años, se les muestran experiencias de otros años, provocando que surjan muchas dudas que se resuelven en el momento. De este modo se consigue que el aterrizaje en la vida de Irlanda sea algo más suave.
Una vez allí, se realiza un seguimiento cercano de cada alumno. Una parte diferencial de nuestro programa es que un profesor viaja con ellos durante toda la estancia. El profesor, que les conoce previamente, está pendiente de las necesidades de cada alumno y les ayuda en el proceso de adaptación. Al fin y al cabo, son niños aún.
Una función importante del profesor es hacer de enlace con las familias de los alumnos. Además de por teléfono cada pocos días, el día a día se «enseña» a través de una cuenta privada de la red social Twitter, a la que solo tienen acceso los familiares, que pueden seguir la actualidad del programa minuto a minuto.
La inmersión es total de lunes a viernes, así como los domingos. Sin embargo, cada sábado que pasan en Irlanda los chicos de Gaztelueta se reúnen con su profesor para disfrutar de un plan divertido que busca recargar la moral del grupo y darles fuerzas para afrontar la siguiente semana. De esta manera tienen un horizonte semanal a corto plazo: “El sábado veo a mis amigos de Gaztelueta”.
Además, de lunes a viernes, cada alumno coincide en su colegio con otros dos o tres chicos de Gaztelueta. De esta forma, los chicos están distribuidos en unos 7 u 8 colegios cada año. A través de Rockbrook, se solicita que estén solos en clase y así solo coincidan en el patio. De este modo, se sumergen en una clase donde sólo se habla inglés, pero se sienten acompañados en el colegio.
Por supuesto, los alumnos mejoran su nivel de inglés. El colegio ofrece un contexto ideal donde un estudiante de 6º de primaria desayuna, come y cena, vive, en inglés. La inmersión es total. Esto implica que la comprensión oral y lectora mejoran significativamente de manera inevitable. Y, si la actitud del alumno es adecuada, también mejorará la expresión oral, la pronunciación y la fluidez.
La experiencia es muy positiva. Los alumnos crecen en madurez y autonomía, aprenden a desenvolverse en un entorno diferente. Además, ver otros colegios les ayuda a apreciar lo diferente y valorar lo que tienen en Bilbao. Los alumnos mejoran en inglés, pero también adquieren más confianza en sí mismos y mejoran su autoestima. En definitiva, viajar a Irlanda con Gaztelueta es una gran oportunidad y un privilegio.