Una de las preguntas que más repiten los padres cuando tienes la oportunidad de charlar con ellos es la de ¿A qué edad es recomendable dar a mi hijo su primer teléfono móvil?
Es cierto que en muchos hogares españoles tomar esta decisión lleva no pocos quebraderos de cabeza. La presión que ejercen los menores sobre sus padres para la compra del primer teléfono móvil es muy elevada y en algunos casos hace que no se tome la decisión con suficiente reflexión y pongamos excesiva tecnología en sus manos sin supervisión alguna.
En España, las cifras hablan por sí solas:
- El 94,8% de los adolescentes dispone de móvil con conexión a Internet, dispositivo al que acceden antes de los 11 años por término medio.
- El 92,2% de los estudiantes de 1.º y 2.º de ESO tienen smartphone propio.
- Solo el 29,1% de los adolescentes afirman que sus padres les ponen normas sobre el uso de las tecnologías; el 24%, que le limitan las horas de uso; y el 13,2%, los contenidos a los que acceden.
- 1 de cada 4 tiene discusiones en casa todas las semanas por el uso del móvil o las tecnologías.
- El 36,8% afirma que paradójicamente sus padres acostumbran a utilizar el móvil en las comidas.
Son datos de la última campaña Más que un móvil realizada por la AEPD (Agencia Española de Protección de Datos) junto a UNICEF y lanzada en noviembre de 2022.
A la pregunta del inicio sobre a qué edad es recomendable dar a mi hijo su primer teléfono móvil, respondería que a ninguna en concreto. No existen recetas mágicas ni una edad ideal para disponer de un teléfono móvil. Como todo tiene sus pros y sus contras y dependerá entre otras cosas de la situación particular de cada familia, del grado de madurez de ese niño/niña y del acompañamiento que como padres vayamos a hacer del uso del dispositivo por parte del menor.
Es decir que podríamos destacar en esta ocasión tres variables que nos pueden ayudar a reflexiona:
- Edad: la edad recomendable para dar a nuestros hijo su primer teléfono móvil varía según el tamaño de la ciudad, la situación económica del hogar… pero diría que estamos poniendo a mi juicio excesiva tecnología en manos de nuestros hijos y excesivamente pronto. Un conocido experto en educación siempre recomienda que para conocer la madurez de un menor debemos mirar su habitación y si el menor es responsable y se hace todos los días la cama. Además debemos vigilar cómo son sus relaciones con los amigos, dentro y fuera de las pantallas, cómo es su desarrollo académico, si ayuda o no con los encargos establecidos en el hogar, si hace deporte y ejercicio con frecuencia, si tiene hobbies y los fomenta…Todo nos dará pistas sobre su grado de madurez y la responsabilidad que es capaz de asumir con su primer dispositivo: que no olvidemos es como poner el mundo a su disposición y en su bolsillo.
- Propósito: Si el teléfono móvil se va a utilizar principalmente para fines educativos o de seguridad, como para comunicarse con los padres después de la escuela, es posible que el niño necesite un teléfono móvil antes que un niño que no tenga tales necesidades. Sin embargo, debemos examinar como padres si detrás de esta decisión puede haber una falsa seguridad. Preguntémonos si estamos velando por su seguridad o por nuestra propia comodidad: es decir, prefiero tener a mi hijo/hija siempre localizado y para ello que acceda temprano a un dispositivo propio. Procuremos localizar lo que tienen en el corazón nuestros hijos y no tanto sus pasos físicos.
- Contexto cultural: Las normas y expectativas culturales pueden influir en la decisión de cuándo es el momento adecuado para que un niño tenga su primer teléfono móvil. Aguantar la presión de la sociedad y el tirón de un adolescente que insiste que quiere tener su primer dispositivo no es tarea fácil para los padres. Dependerá esta decisión también de la ciudad en la que vivamos, de las distancias, de la configuración de la familia del menor. Variables que ayudan a reflexionar y valorar cuándo es el momento más idóneo para tomar la decisión.
Lo que sí que debería ser común es establecer reglas claras y limitaciones para el uso del teléfono móvil, y educar al niño sobre la seguridad en línea y la responsabilidad en el teléfono móvil. Al tomar una decisión informada y establecer expectativas claras, los padres podemos ayudar a nuestros hijos a tener una experiencia segura y positiva con su primer teléfono móvil.
Además dar a un hijo un primer dispositivo propio no debería ser más que el comienzo de un camino juntos en el que ayudemos a ese hijo/a a configurar el terminal, decidir las aplicaciones que podrá usar y las que no, cuándo, cómo y dónde va a usar el dispositivo. Y también es necesario hablar con ellos sobre el acceso a contenidos violentos o inadecuados para su edad.
Desde hace años es frecuente ver en la red diferentes “contratos” de uso que firman los padres y los hijos antes este primer dispositivo y que creo que es bueno recordar. Os facilito aquí el contrato elaborado por el portal de familias Empantallados que puede servir para iniciar una buena conversación con nuestro hijo/a o repasar el uso que se está haciendo del mismo.
No olvides que la decisión debe ser meditada y reflexiva y, en definitiva, debe velar por el desarrollo del menor y su capacidad para establecer relaciones sanas con los demás y con su entorno. Como padres y madres tenemos la responsabilidad de que la experiencia de su primer móvil sea lo más segura posible y nos encuentren a su lado para ayudarles en todo lo que pueda surgir en el mundo digital.
María Zalbidea, analista de tendencias de C4E, autora de “Cosiendo la Brecha Digital” Editorial Teconté (2021).