Profesor de Gaztelueta desde el año 1979, dedica su tiempo libre al ciclismo, las manualidades y la botánica. Hoy nos encontramos bajo el mástil con Ramón Pomar.
¿Qué ha sido lo mejor de tu paso por Gaztelueta? El trato de amistad que he tenido con muchos alumnos, padres y profesores. El ambiente que se vive en el colegio, para mí, es una gozada.
¿Cuál es tu refrán favorito? Un antiguo profesor, Ildefonso, me contó una historia real que acababa con aquello de… “Quien regala bien vende, si el que recibe lo entiende”. Me ayuda a descubrir y agradecer las muchas cosas buenas que recibimos de los demás,
Un personaje histórico… Cuando tenía 14 años tuve la ocasión de conocer a San Josemaría. Como no había estado con él antes, acudí a la tertulia sin darme cuenta de la importancia del acontecimiento que iba a vivir: típico de un adolescente. Aun así, me impresionó muchísimo la alegría, la felicidad que contagiaba.
¿Estás preparando alguna publicación? En los últimos años he estado investigando acerca del fuerte que se construyó en 1874, en el curso de la tercera guerra Carlista, donde ahora se alza el chalé. Contaba con fosos, puente levadizo, cañones… A mí me parece un tema apasionante. Creo que habrá libro.
¿Con quién verías un atardecer bajo el mástil? Con alguien que quisiera revivir sus años pasados en Gaztelueta.