La última edición de la Olimpiada de Otoño en Gaztelueta contó con una invitada muy especial: Yolanda Reyes. Natural de Alba de Tormes (Salamanca), ha sido cuatro veces campeona de España de 400 metros lisos y 30 veces internacional con el equipo Nacional Absoluto. Tiene a sus espaldas 2 Campeonatos del Mundo de relevos por equipo (1999 y 1993) y un Campeonato del Mundo individual 400 metros lisos, en Barcelona´95.
El atletismo es su vida y su gran pasión; por ello, Yolanda Reyes destacó su amor por el deporte en general y por el atletismo en particular. A través del deporte y de los valores que representa, ha crecido y se ha formado también como persona. Día a día transmite lo aprendido y lo vivido a los jóvenes con los que tiene la oportunidad de trabajar.
En la actualidad, entrena y prepara a deportistas, poniendo estos conocimientos al servicio de los atletas como entrenadora Nacional Superior de Atletismo por la Real Federación Española, Máster en Rendimiento Deportivo e instructora de Pilates.
En la Olimpiada de Otoño tuvimos el honor de escuchar un emocionado discurso dirigido a nuestros alumnos que compartimos con todos aquellos que no pudieron asistir al colegio.
¡Muchísimas gracias Yolanda con tu generosidad con Gaztelueta!
"Lo primero de todo muchas gracias a Gaztelueta por la invitación. El Atletismo ha sido mi deporte, mi pasión, mi vida. Gracias al Atletismo he recorrido y he conocido muchos lugares en todo el mundo, y he conocido a los que son mis mejores amigas y amigos y también me ha traído aquí a vuestro colegio en vuestro día de la Olimpiada de Otoño. Además de enseñarnos a correr, lanzar y saltar, como base para cualquier otro deporte, es una escuela de vida.
El Atletismo nos descubre como personas, nos enseña hasta dónde puedes llegar con tu esfuerzo, constancia, perseverancia, y a trabajar en equipo. Siempre estás en compañía, porque necesitas de los demás para seguir adelante y llegar lejos, y los otros necesitan de ti. Aprendes a ganar, pero más importante a perder, y superar esos momentos en los que debes volver a empezar. Y todo lo vives tú, en compañía, pero cada uno con su compromiso personal e individual que suma al equipo. ¡Así es la vida! Y nos prepara para ello. Nos ofrece la oportunidad de vivir grandes experiencias y emociones que las recuerdas toda la vida.
Hoy os traigo un recuerdo de un momento que sigue en mi memoria, la antorcha con la que tuve la ocasión de portar el fuego olímpico que finalmente encendió el pebetero de los JJOO de Barcelona. Lo comparto con vosotros con emoción.
Hoy es vuestro momento, disfrutar de ello, de este día, que recordaréis para el resto de vuestra vida como algo emocionante.
Gracias por invitarme a compartir este día. Yo también lo recordaré así. Nos vemos haciendo deporte"